Cada dos años y desde 1994, los gobernantes de los países de las Américas realizan una Cumbre con la finalidad de abordar temáticas generales y de importancia continental. Este espacio es considerado por los mandatarios o Jefes de Estados como un importante escenario político para generar discusiones en torno a temas que aquejan a la región y proponer soluciones. Dicha reunión es coordinada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Paralelo a los encuentros de alto nivel, se organizan espacios para la participación de la sociedad civil y los actores sociales. Todos los miembros de las organizaciones no oficiales en el continente, que promueven diferentes ideas, tienen la oportunidad de participar en este diálogo. Existen además otros tres espacios: el Foro de Jóvenes, el Foro de Empresarios y el Foro de los Académicos. Para los activistas sociales y políticos, el primero constituye el escenario ideal para colocar sus criterios correctamente fundamentados y luego sean llevados a la mesa de discusión de los gobernantes de la región.
En esta ocasión para la Cumbre de Las Américas se organizó un proceso de discusión y propuesta de la Sociedad Civil y los Actores Sociales mediante el establecimiento de coaliciones, espacios de consenso donde confluyen diferentes organizaciones de diferentes regiones e intereses incluso, pero que se unen a partir de un principio o idea general. La presente edición convocó a 26 coaliciones.
Como parte de la Sociedad Civil Cubana, participé en el proceso de las VIII Cumbre celebrado en Lima, Perú, como miembro de la coalición No. 1 “Por la Buena Gobernanza y la Sociedad Civil Fortalecida”. El espacio de diálogo y construcción colectiva de la propuesta comenzó desde el propio momento de la aceptación. En un primer momento se trabajó mediante comunicaciones vía correo electrónico, se circuló una primera propuesta de declaración y partir de este punto, cada una de las organizaciones o actores incluidos en nuestro grupo comenzó a emitir sus juicios entorno al documento, a los temas y a las ideas generales para el desarrollo del trabajo. Más adelante y facilitado por la OEA se efectuó un foro online donde los miembros de la coalición ahora de forma grupal, en tiempo real y bajo la moderación de la Coordinadora Gina Romero, trabajaron por vez primera como colectivo en la creación de un documento que expresara la posición común de nuestro grupo sobre las temáticas definidas.
En cada uno de los momentos de la construcción consensuada a partir de ideas diversas y realidades distintas, se respetó los criterios emitidos por los actores implicados. En el caso particular de Cuba, se logró generar sensibilización hacia la causa que se materializa en la inclusión de la temática de la isla en cada uno de los documentos presentados. El pasado 10 de abril de 2018, se efectuaron las primeras reuniones presenciales de las coaliciones. En este espacio se elaboró de forma conjunta un documento breve para presentar ante altos representantes de los gobiernos, con las denuncias levantadas por nuestro grupo y las propuestas que como sociedad civil hacemos a los gobernantes para emprender un camino hacia la solución de las problemáticas que aquejan a los pueblos de nuestra América.
Para la sociedad civil independiente cubana, su presencia en la Cumbre de las Américas se puede calificar como favorable. Se logró generar conciencia en torno a nuestras problemáticas que se materializaron en declaraciones a favor de la libertad de la isla. Por su parte el oficialismo continuó su política obsoleta de hostigamiento dentro de la isla para impedir el trabajo y la salida a este espacio y durante el desarrollo del evento y una vez más intentaron desacreditar el trabajo de quienes luchan por un cambio en la isla. Pero fue su propio actuar -de la delegación oficialista- el ejemplo más claro de la forma totalitaria, vulgar y antidemocrática bajo la que funciona el régimen de la isla. Su presencia saboteadora en los espacios de discusión fue aborrecida por los actores acreditados.
La región de las Américas merece y reclama un cambio, sin embargo a Cuba le urge, son ya cerca de 60 años de un sistema totalitarista que reprime libertades y que intenta esparcir sus ideas como yerma mala por todo el continente. Se precisa unidad de los actores que defienden estas ideas, apoyo real de la comunidad internacional y la actuación de los mecanismos internacionales. Todo hombre merece la libertad o al menos tener el derecho de luchar por ella.
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