Desde el pasado mes de abril del presente año, hay un incremento significativo de presos políticos de miembros de la Unión patriótica de Cuba (Unpacu).
Desde el surgimiento de esta organización disidente, que se ha convertido en el movimiento opositor más numeroso y activo del país, los ataques a sus miembros han sido y siguen siendo diversos y constantes, empleando las golpizas, el secuestro, las detenciones arbitrarias, las torturas psicológicas y físicas, los allanamientos y las encarcelaciones bajo acusaciones de falsos delitos.
Cada año la dictadura Castro comunista encarcela a activistas de Unpacu, a medida que va liberando a otros que han cumplido las arbitrarias sanciones impuestas. Este método se ha convertido en uno de los más usados por el régimen para frenar el crecimiento y el activismo de la organización. Encarcelando de manera bien selectiva a los miembros que, por su efectiva labor, poseen una gran base social.
Muchos en la trayectoria del cumplimiento de las arbitrarias sanciones, son víctimas de torturas, privación de derechos como es la llamada telefónica, visita y pabellón (visita conyugal), además de sufrir brutales golpizas orientadas por la policía política.
Desde el mes de abril hasta la fecha, siete activistas de la organización han sido llevados a prisión arbitrariamente, estos son:
El padre Alberto de la Caridad Ramírez Baró, condenado a tres años, y sus dos hijos Alberto Antonio y Leonardo Ramírez Odio, a dos años y seis meses de prisión. Actualmente se encuentran en el centro de trabajos forzados conocido como Los Manguitos, en Santiago de Cuba.
Ismael Boris Reñí y su esposa Aimara Nieto Muñoz. Boris Reñí se hallaba detenido desde el 28 de abril y el pasado mes de mayo fue trasladado a la prisión de Valle Grande, en La Habana. Este matrimonio, con hijos pequeños, ya cumplió un año en prisión anteriormente, acusados por el falso delito de desorden público.
También está el caso de Adriel Hernández Reyes, detenido ilegalmente el pasado 30 de abril por la Seguridad del Estado, para impedir protestas el 1ro de mayo. Se encuentra pendiente a juicio en la prisión provisional de Las Tunas, acusado del falso delito de tentativa de robo con fuerza.
Hernández Reyes se unió a la Unpacu junto a su esposa Maité Hernández Guerra, y el 9 de marzo ambos fueron detenidos por poner carteles de rechazo a las votaciones en la fachada de su vivienda, en la que ella fue llevada a prisión.
Y por último está el caso del activista Laudelino Gómez Mendoza quien se encuentra en la prisión de Aguaderos, en Santiago de Cuba, sentenciado a 8 meses de cárcel, por el impago de multas arbitrarias por su activismo pacífico.
Actualmente la Unpacu registra un número de 53 prisioneros políticos, y por el actual ambiente represivo que continua el nuevo régimen Castro – Díaz Cannel, todo indica que la lista continuara aumentando.
Comentario