Desde la implantación del sistema comunista en Cuba en el año 1959 todos los medios de información fueron suprimidos. Por casi 6 décadas el Estado ha sido la única entidad que controla el flujo de información no solo dentro del país, sino también la que se publica al mundo.
Este control estatal sobre los medios de información y difusión, junto a una implacable censura y al monopolio de la educación, originó una sociedad cubana uniformada en casi todos los ámbitos. Luego del derrumbe de la URSS en la década del 90 y con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación, el pueblo cubano se inició en el consumo de información alternativa y desde entonces ha comenzado un proceso de trasnformación social cada vez más acelerado.
Hace apenas unos años, con la llegada de internet a Cuba, y el trabajo de periodismo empírico que ha realizado la sociedad civil independiente que cada vez se ha consolidado más, se abrió una puerta más directa al mundo, y aunque ha sido muy satanizada por el régimen su uso crece inusitadamente, dentro de una isla que ansía estar cada vez más conectada.
Sin embargo, el régimen cubano no ha dejado de lado su constante: la presión y el control sobre el individuo. Como cuenta gotas ha ido efectuando una aparente apertura, dentro de la cual internet sigue siendo solo una ilusión para millones de cubanos.
Freedom House en su informe Libertad en Internet 2017, señaló de nuevo a Cuba entre los países sin libertad en el entorno de internet con 79 puntos sobre 100.
Actualmente el servicio es inasequible e inaccesible, la conexión por un día tiene un valor de 24.00 cuc y un mes 720.00 cuc, cuando el salario mínimo de un trabajador cubano de apenas 10.00 cuc.
En 2017 la única empresa de telecomunicaciones en el país ETECSA inició el servicio Nauta-Hogar para conectarse desde casa. Las ofertas oscilan entre 15.00 cuc y 105.00 cuc por 30 horas mensuales, dependiendo de la velocidad, siendo el salario promedio cubano de 20.00 cuc mensual.
Sin embargo, en una encuesta realizada el pasado mes de abril por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos(OCDH) en las tres regiones del país se arrojó que el 44% de la población no se conecta nunca a internet y el 33% lo hace ocasionalmente.
Internet es un derecho humano altamente protegido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así quedó aprobado en 2016, pero como la mayoría de sus decisiones no son vinculantes, algunos países miembros votaron en contra de la resolución, violando el derecho que tiene todo ser humano a la libre información según el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cuba, quien también votó en contra, es uno de los países con menos acceso a internet en el mundo y es el más desconectado en el continente americano.
En los intentos de muchos por llevar internet a Cuba, el ingeniero informático Salvi Pascual creó la aplicación “Apretaste” que permite a miles de cubanos conectarse a la web de manera asequible, accesible, legal y efectiva sin estar conectados a internet.
Por su parte las exigencias del pueblo continúan dirigidas a una mejor relación entre precio – tiempo – calidad, pero el régimen no parece importarle dar prioridad a la grave situación en que se encuentra el tema de la libertad de información dentro del país, actitud que deja a los cubanos sin esperanzas de conectarse a internet como un ciudadano libre, al menos en esta existencia
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