Cuba te Cuenta
Foto: Martínoticias

¿La oposición de Cuba puede participar del debate de la nueva Constitución?

Desde hace más de un año atrás, se ha notado un incremento de las noticias por los medios oficiales cubanos, relacionados con la creación de un nuevo proyecto de transformación de la Carta Magna; lo que casualmente ha coincidido con el traspaso de poder en Cuba hacia una generación diferente a la que luchó en la Sierra Maestra, y que finalmente se alzó victoriosa el 1ro de enero de 1959. Ello ha generado un sin número de comentarios: algunos porque piensan que los nuevos gobernantes están trazando nuevas políticas que luego conlleven a una transición política de la nación; en tanto otros, más conservadores, consideran que es tan solo una estrategia para apaciguar las esperanzas de cambio de las masas, y en definitiva continuar con el mismo rumbo, desde una posición de ventaja jurídica general.

Y precisamente en estos tiempos cruciales, donde se define el futuro socio-político de un país como Cuba, por medio de la construcción de esa nueva Carta Magna, quedará nuevamente marginado un sector poblacional del cual no conviene siquiera hablar en estos momentos; me refiero específicamente a la oposición al gobierno actual que encabeza el nuevo presidente Miguel Díaz-Canel, y que nunca ha sido reconocida oficialmente, por lo cual no será escuchada de ninguna manera en el proceso de consulta popular que por estos días se llevan a cabo con el propósito de que el pueblo proponga los cambios que desea para la nueva Cuba que ha de vivir.

El “gobierno revolucionario de la isla” por estos días dirige y literalmente supervisa cada uno de los debates y propuestas de cambio, que se puedan generar desde el pueblo, como parte del proceso de consulta popular que conlleva un proyecto constitucional de este tipo y de esta magnitud; consulta que es la forma de justificar la existencia de un democracia al estilo cubano. Pero mi reflexión va encaminada a cuestionar lo siguiente: ¿se brindará un espacio para que los sectores de la sociedad civil independiente y opositora del país, no reconocida oficialmente por el Estado cubano, pueda emitir también sus opiniones? Evidentemente eso no será posible, porque al Estado cubano le resulta de gran temor las reacciones que en la masa mayoritaria de cubanos puedan provocar preguntas que ellos conocen no tienen respuestas lógicas, desde la posición que ellos defienden.

Solo se pone en la prensa oficial las opiniones de las personas que apoyan ciegamente y sin sentido la causa de esa utópica revolución; en tanto se limitan a poner fragmentos bien editados de los debates que sí son ricos en opiniones, y que proponen cambios evidentes, lógicamente introducidos con mucha cautela por el pueblo, por las reacciones que estas puedan generarles en sus vidas. Pero para nada se ha puesto en la televisión lo que piensa o deja de pensar la oposición en el país; para ellos los que formamos parte de este sector poblacional sencillamente no existimos y somos multiplicados por cero. Mucho trabajo ha de tener por estos días la policía política de la nación, quien debe estar supervisando y haciendo reflexionar a aquellas personas que piensan introducir ideas novedosas que representen peligro para el Estado socialista.

Solo habrá que darle tiempo al tiempo y esperar para ver qué sucede, pero creo, siendo coherente con lo que hasta ahora ha sucedido en el largo proceso de “Revolución Cubana”, que no habrá cabida para ninguna propuesta que ponga en duda o en cuestionamiento la gestión que, por más de medio siglo, se ha encaminado para conducir al país hacia el utópico socialismo. De seguro muchas propuestas se generarían si se dejara opinar a la oposición. Estoy de acuerdo en que habría opiniones muy radicalistas, que abogarían por una transición general hacia una corriente de pensamiento diferente al socialismo; otras tal vez buscarían insertar opiniones que no se han tomado en cuenta en los propios artículos ya construidos, sin dejar de hacer alguna que otra crítica al sistema imperante hasta el momento, pero sin la intensión de eliminarlo; en tanto habría otras que tal vez apoyen las decisiones de perfectibilidad del proyecto socialista, no tomadas en cuenta anteriormente en la Carta Magna de 1976 y hasta den fe de los cambios introducidos en beneficio de la mayoría.

Existe un refrán que dice: «hay de todo en la viña del Señor» que creo que pudiese resumir estas situaciones que se generarían; pero cómo saberlo, si tan siquiera este sector no es tomado en cuenta. Cómo apoyar un sistema político que habla en todos los rincones del mundo de democracia socialista al estilo propio de Cuba, que no considera las opiniones de la gente que no comparte sus ideas, y que no permite que la gente se reúna y defina pacíficamente las discrepancias existentes.

Todos en Cuba se han interesado por hacerse, ya sea en formato impreso o digital, de este proyecto de Constitución de la República, lo que demuestra el interés que tienen los cubanos por el momento histórico que se vive. El gobierno inicialmente dispuso de un número limitado de publicaciones impresas 600 000 y luego difundió por los medios de prensa que tuvo que imprimir unos 400 000 más de los planificados, lo que demuestra la demanda que esta ha tenido, y el interés que los cubanos tenemos de hacer cambios en la Carta Magna que se traduzcan en beneficios para todos. Hay que reconocer en esta oportunidad la decisión por parte de las autoridades políticas de la nación del hecho de permitirles a millones de cubanos en el mundo que también sean partes de este momento; lo que será posible a partir de septiembre de este año 2018 por medio de un sitio web que el Estado habilitará para que vía on line se puedan generar las opiniones. Ojalá que cada opinión sea escuchada y tomada en cuenta, como se han cansado de expresar en todos los medios de comunicación masiva, y que cada cubano se vea y se note representado en sus delegados y diputados, porque si no sería una pena para muchos. Quedaría entre dicha la efectividad de un sistema político, que los partidarios de él, no se han cansado de vanagloriar en todos los rincones del planeta.

Iván Torres

Licenciado en Psicología General por la Universidad de Oriente de
Santiago de Cuba, investigador y director ejecutivo de la Plataforma
Social Juventud Activa Cuba Unida (Jacu), activista-defensor de los
derechos humanos, editor del portal web Cuba te Cuenta y becario de
Aulas Abiertas, proyecto impulsado por el Instituto Político para la
Libertad, que facilita el diálogo, la participación y la capacitación de
jóvenes y activistas de la sociedad civil cubana.

En el 2019, participó del Foro de Juventudes de América Latina y el
Caribe 2030: “Construyendo un presente distinto”, que se realizó en la
sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), en Santiago de Chile. Ese mismo año, organizó en La
Habana el Diálogo Nacional de la Juventud Cubana rumbo a la 49
Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el 2017, participó como panelista del “Foro de Liderazgo Juvenil de
América Latina y el Caribe: Educación, Emprendimiento y Oportunidades
Económicas para los Jóvenes”, que organizó el Young Americas
Business Trust (YABT) en Washington, D.C.

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