La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre del año 1948, siendo el primer acuerdo mundial sobre derechos humanos. Sin embargo, 70 años después, continúan existiendo gobiernos que vulneran los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”; según el artículo 19 de la DUDH. Este derecho incluye el de no ser molestado ni acosado por sus opiniones, el de investigar, recibir y difundir informaciones y opiniones.
A través de estos 60 años de dictadura, el régimen cubano no solo ha encarcelado y golpeado por opinar diferente a su discurso comunista, sino que entre otras arbitrariedades ha obligado al pueblo de Cuba a través de diversos mecanismos a pertenecer a sus organizaciones. Vulnerando además el artículo 20 de la (DUDH) “Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación” este reconoce que toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y asociación pacífica.
En muchos países el derecho a la libre expresión, reunión y asociación son incuestionables e inalienables. En otros, este ejercicio es más restringido, y en algunos como Cuba y Corea del Norte lejos de ser considerados son quebrantados diariamente.
El respeto a las libertades fundamentales de cada ser humano es la base de una sociedad justa, próspera y libre. Es imposible que todos tengamos las mismas ideas e intereses. Cuando se pierde esta lógica y se obliga a todo un pueblo a pensar y actuar bajo una misma convicción estamos en presencia de un sistema autoritario y totalitario, que solo trae consigo miedo, opresión, hambre y miseria.
El respeto a la diversidad es lo que garantiza el desarrollo personal y público. En el contexto actual, donde cada vez son más los conflictos entre naciones, donde vivir en plena democracia es cada vez más difícil, urge que los jóvenes al tener las energías que carecen las personas de edades superiores y al ser el futuro de una nación, se encuentran en la obligación de defender las libertades y derechos inalienables, fundamentales para el desarrollo de la vida digna de los seres humanos. Para ejercer esta labor solo es necesario informarse, reflexionar, escuchar y respetar los distintos puntos de vista.
Decir lo que quieres, como quieres y cuando quieres; elegir con libertad a que grupo quieres pertenecer atendiendo solo a tus intereses, siempre y cuando no dañen los derechos y libertades de terceros, es la máxima que debe utilizar la juventud en la actualidad. Es deber de cada persona hacer valer sus derechos incluso en circunstancias hostiles, de esto se deriva en gran medida la estabilidad y prosperidad de las naciones.
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