En Cuba los ciudadanos que se atreven a opinar, divulgar o publicar algo distinto a los intereses del Gobierno sufren acoso, hostigamiento, detenciones y hasta cárcel como lo demuestra el encarcelamiento de los 75 disidentes en abril del 2003 durante la llamada Primavera Negra, la mayoría de los prisioneros de conciencia eran periodistas. El derecho a la libertad de pensamiento y opinión no se reconoce si lo que se expresa va en contra de los principios del Socialismo, sistema político vigente que se ejerce en la nación cubana. Los medios de difusión masiva, según se expone en la Constitución en su artículo 53, son propiedad estatal y no se permiten medios de comunicación privados.
La libertad de opinión y de expresión es limitada, amordazada y violada. Según el Índice Mundial sobre la Libertad de Prensa (Press Freeedom Index) Cuba se mantiene como el país peor calificado de América Latina.
El artículo 53 perteneciente al capítulo VII: Derechos, deberes y garantías fundamentales, solo reconoce la libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Este artículo vulnera el derecho básico que tiene cada ser humano a opinar, investigar y recibir información y opiniones, y a difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión. Además, el artículo 62 del mismo capítulo plantea que, ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra los fines del Estado socialista, y que la infracción de este principio es punible; lo cual vulnera el derecho de cada persona a no ser molestada a causa de sus opiniones, o la libre expresión y divulgación de las mismas.
Numerosos casos de vulneraciones a estos derechos ocurren en Cuba y son denunciados por órganos internacionales y por la disidencia cubana, por ejemplo, el caso divulgado por Radio y Televisión Martí, del estudiante universitario de derecho, David Mauricio Cardoso, expulsado en febrero del 2017 de la Universidad de Cienfuegos, luego de emitir su criterio en un examen de Español sobre la figura de Fidel Castro. Por otra parte, en el canal de YouTube de la opositora la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), organización civil que aboga por la lucha pacífica pero firme, publicó decenas de testimonios de personas que han vivido disímiles situaciones dolorosas por el simple hecho de expresar una opinión contraria al Gobierno. Cuando el Estado cubano niega a sus habitantes el libre ejercicio de estos derechos, viola el primero de los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), el cual explica que toda persona tiene derechos y libertades sin distinción entre otras cosas, de ideas política. En Cuba también se viola el artículo 19 de la DUDH, que hace referencia específicamente a los derechos mencionados arriba.
El Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba (CRDHC) denuncia que, de los 30 artículos registrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Cuba incumple al menos siete, a pesar de ser miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de haber firmado varios de los principales instrumentos internacionales de derechos humanos, recogidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos. También, la organización lamenta que el Gobierno de la isla no haya ratificado los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos, o de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
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