Según hizo público el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) Cuba dejó 2019 sin abandonar el largo ciclo represivo y de atraso que vive desde hace seis décadas. La organización con sede en España, Madrid, denunció al menos 3.157 detenciones arbitrarias que se produjeron en Cuba en 2019.
Esta cifra, superior a la del año precedente que terminó con 2525 es una muestra del incremento de la represión a través de las detenciones en la vía pública sin orden judicial, allanamientos de viviendas, multas, decomiso de bienes privados, palizas, amenazas y retenciones ilegales contra activistas de derechos humanos y periodistas independientes.
El OCDH destacó el incremento de la práctica de “retenciones domiciliarias” contra activistas pacíficos, impidiendo así el ejercicio de sus derechos a libre circulación, reunión y manifestación. La figura, si bien no es novedosa, se va haciendo más frecuente como forma represiva contra la oposición.
La ONG teniendo en cuenta las detenciones arbitrarias, recuerda que el mes más represivo de 2019 fue septiembre, con 481, coincidiendo con el anuncio por parte de Miguel Díaz- Canel de la llegada de una crisis económica, eufemísticamente llamada “la coyuntura”. La tensa situación económica ha aumentado el descontento entre los cubanos, y el régimen intenta cortocircuitar constantemente cualquier contacto entre la disidencia y los ciudadanos descontentos.
Septiembre también fue el mes de la marcha de los girasoles convocada dentro de Cuba por la Unión Patriótica de Cuba y la iniciativa Cuba Decide, a la que se sumaron otros grupos opositores. Este mes, solamente alrededor de 200 detenciones se produjeron contra los activistas que intentaron participar de la manifestación.
El segundo mes más represivo fue febrero (405), en torno a la celebración del fraudulento referéndum constitucional, cuando el gobierno se empleó a fondo en la represión contra los promotores del “no” y de la abstención.
“El finalizado 2019 ha sido nefasto para el ejercicio de los derechos humanos en Cuba. La clase que controla los resortes del poder político y económico sigue sin dar espacio al ejercicio de los derechos humanos por parte de los ciudadanos y reprime con diversos métodos cualquier expresión discrepante. Cuba entra en un nuevo año sin abandonar el largo ciclo represivo y de atraso que vive desde hace ya más de seis décadas”, indicó Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
El incremento de la represión ha sido proporcional con el agravamiento de la crisis que está atravesando el país. En tal sentido, el régimen sabe que el pueblo cada vez muestra más descontento pupular, manifestado en las calles y en las redes sociales de internet. En vez de abrirse a las reformas que demanda el pueblo, este Gobierno, encabezado ahora por Miguel Díaz-Canel, se ha mantenido en su misma posición de poder a través de la fuerza y la violencia. El principal ejemplo es el encarcelamiento del líder principal de la oposición cubana José Daniel Ferrer García.
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