Refutando una queja

El pasado martes 8 de septiembre, leí un comentario en el portal de la Coalición de Cuentapropistas Cubanos (C3), que decía que “no se publicaba nada que sirviera”. Y me pregunté: ¿Qué es lo que sirve? ¿Qué se publicaba antes que no se publica ahora? ¿Qué hace que tal usuario piense de esa manera?

Entonces decidí refutar sus palabras desde el respeto. Inicié la misiva preguntándole si aportaba más a nuestro pueblo escribir sobre determinada situación social para promover estados de opinión o simplemente reproducir las gastadas notas que publica la prensa oficialista. El resto decía así:

“Si usted es de esas personas que piensa que una buena publicación se funda meramente en el ejercicio de la crítica o el consenso, está completamente errado porque ninguna en el mundo, lo hace, ni siquiera las más reaccionarias, conservadoras o de derecha. Permítame decirle además que, al escribir sobre cualquier temática, estamos emitiendo un criterio, bueno o malo, propio de nuestra pasión, tal vez de nuestro dolor; pero criterio al fin que no necesariamente tiene que coincidir con el suyo.

“En varios marcos se ha reiterado que esta página no surgió con el fin de criticar; y sus objetivos, claros para unos y tergiversados por otros, están asociados al quehacer de los cuentapropistas cubanos, al rescate y la preservación de esa tradición interrumpida durante 60 años, a ser la voz de los que no la tienen pero que también luchan sin ser del Partido, combatientes o vanguardias y que no figuran en la agenda del Estado con la finalidad de promover un cambio y un reconocimiento favorable en la comunidad.

“Veo, por tanto, aislado su criterio del sentir de los miles de seguidores que hoy en día visitan el sitio. Y reflejo de ello es la creciente diversidad de secciones que se abordan, tales como: denuncias, artículos de opinión, reportajes, fotorreportajes, eventos, etc., así como el aumento en el número de seguidores, noticias y comentarios que hoy tiene con respecto a las cifras iniciales.

“José Martí decía con mucha suspicacia: ´Criticar no es morder, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota; no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro, y desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella´.

“Nuestra página no critica por criticar, ni malgasta su espacio juzgándolo “todo” de forma severa porque, reitero, no es nuestra esencia; pero aun así, C3 se ha involucrado en temáticas complejas porque sufre y siente, como los que vivimos en este pueblo, las preocupaciones, violaciones y necesidades que demoran en resolverse o pasan impunes al doblar de la calle.

“Sin embargo, también resalta y resaltaremos las cosas positivas que aporta a nuestra idiosincrasia y enriquecen el sitio, que nos hace únicos y auténticos en el mundo, dejando en el lector un mejor sabor que un artículo banal e impío, que lejos de cualquier solución, genera confusión y falsas expectativas.

“Considero que en los últimos meses se ha logrado entablar el diálogo con los decisores que desde hace tiempo se lleva solicitando. Y eso es un gran paso de avance. No al que aspiramos, pero un paso de avance. Hoy tenemos el reflejo de los principales problemas que aquejan a nuestros cuentapropistas por la posición que al respecto está asumiendo el gobierno (buena o mala) pero de vital trascendencia para el correcto desenvolvimiento de su trabajo.

“Siempre se ha sido receptivo a las críticas y sugerencias de nuestros usuarios; pero evidentemente la suya —escurridiza y tendenciosa—  supone cobardía y maldad. Lejos de apoyar y aportar al mejoramiento de la organización y, por qué no, del país, en materia de derechos, libertad y equidad, intenta desacreditarla, minimizarla y degradarla. Actitudes como la suya son lamentables e impropias de un cubano nacido y criado en esta tierra.

“No obstante, respeto su opinión y espero que haya quedado esclarecido con la mía.”