Foto: Tomada de la Página de Facebook de Ómnibus Nacionales de Cuba
El gobierno provincial de La Habana prevé autorizar el retorno de los residentes capitalinos que se encuentran varados en otras provincias del país. El traslado se efectuará a través de Ómnibus Nacionales. El transporte interprovincial había sido suspendido durante meses por orden del Consejo de Defensa de La Habana, como medida de prevención contra el COVID- 19.
Según información publicada por la Agencia Cubana de Noticias (ACN), José Conesa González, coordinador del Programa de Industria y Transporte del gobierno local, declaró que “se realizará esa operación de manera gradual o escalonada mediante las Oficinas de Atención a la población del Poder Popular en cada municipio”.
El coordinador aseguró que para el regreso de los ciudadanos deberán cumplirse las medidas establecidas por los gobiernos municipales encargados de organizar la información del día y hora en que viajarán. Como requisito esencial, las personas deberán tener actualizado la prueba PCR con 24 horas de antelación.
Teresa Rodríguez, quien es residente en el municipio capitalino El Cerro, es uno de los casos. A principios de agosto, cuando el número casos en La Habana descendió, fue a visitar a su familia en la ciudad de Sancti Spíritus. Alquiló con otras personas un taxi colectivo que las llevó hasta Santa Clara y de ahí fueron en ómnibus hasta su destino. Excepto con la capital, en ese momento existía el transporte interprovincial.
“Fue la peor decisión que pude tomar. Me quedé estancada en esta ciudad pues el número de casos en La Habana volvió a subir de manera espantosa. Y aunque hubiera podido llegar hasta Santa Clara o Matanzas de regreso, los taxistas particulares que conozco no podían venir pues volvieron las limitaciones para el transporte privado fuera de la capital”, lamenta Teresa.
“Luego, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus empezaron a reportar casos. Tuve que utilizar el dinero para comprar comida. Por último, tuve que pedirle a mi marido en La Habana que enviara dinero para poder seguir viviendo”, concluye.
Teresa está desesperada por regresar a su casa en La Habana y se ve obligada a esperar la reanudación del transporte por la empresa de Ómnibus Nacionales, donde el pasaje le cuesta 69 pesos (CUP).
Por su parte, a Marcos Herrera le sucede lo contrario. Hace más de dos años vive con su pareja en La Habana. Antes de la pandemia trabajaba como guía turístico. Luego, cuando Cuba cerró fronteras, quedó desempleado.
Al comenzar la cuarentena, la madre de Marcos, residente en Miami, le aconsejó que regresara a casa de su abuela en Holguín. Marcos se negó, pues consideraba que el Gobierno había tomado las medidas a tiempo. Nunca imaginó la crisis por más de tres meses. Al respecto, dice:
“Con el dinero que teníamos ahorrado, más lo que mi mamá me envía de Miami, estaba seguro que podíamos vivir los dos o tres meses que durara el cierre de fronteras y volviéramos a trabajar; pero empezaron los casos autóctonos y la cosa se fue complicado cuando los ahorros se fueron en la compra de la comida. En estos momentos estamos viviendo únicamente con el dinero que mi mamá logra mandar, que a duras penas alcanza para la renta y la comida. Y sin esperanzas de ir para Holguín, porque no podemos pagar los casi 300 dólares (CUC) que nos cobra un taxi particular y aún no dicen nada de reanudar el transporte interprovincial para salir de La Habana”.
Según José Conesa González, quienes dispongan de un transporte particular serán autorizados a viajar siempre y cuando lleven consigo el resultado del PCR realizado antes de salir. Según el coordinador, la lista de personas residentes en La Habana que se encuentran varadas en otras provincias suma poco más de nueve mil 800 casos, cifra que calificó como “un número considerable cuyo retorno a sus provincias hay que organizar”.
Comentario