Foto: Redes Sociales
En la mañana del sábado 7 de noviembre, en Santiago de Cuba, ocurrió un suceso que atrajo la atención, en primera instancia, de los pobladores del Centro Urbano José Martí. La muerte por disparos con arma de fuego de dos jóvenes trabajadoras y estudiantes universitarias.
El doble feminicidio tuvo lugar en una de las paradas de autobuses ubicada en el Centro Urbano José Martí, cuando un individuo que posteriormente fue identificado como Andy Calderón Sardinas, efectuó disparos en la cabeza y abdomen de sus dos víctimas. Una de ellas murió en el acto y la otra falleció en el Hospital Provincial Saturnino Lora cuando iba a ser sometida a una intervención quirúrgica.
Según fuentes consultadas, ambas jóvenes, laboraban como educadoras del círculo infantil de Micro 9 “Mis primeros días” y “La bailarina española”, respectivamente, y cursaban la carrera de Licenciatura en Educación Primaria.
Ese día se disponían a asistir a clases en la Universidad, cuando fueron sorprendidas por el homicida. Se supo que otra tercera muchacha que las acompañaba logró escapar ilesa luego que el homicida le disparara sin lograr alcanzarla por las balas.
Luego de los hechos, el hombre se dio a la fuga, y fue detenido horas más tarde en un barrio conocido como El camino de la isla, cercano al lugar donde ocurrieron los hechos.
El homicida, Andy Calderón Sardinas, es el padre del hijo de una de las jóvenes asesinadas, Daneyis Reyes Mustelier y aseguran personas cercanas a ambos que ellos ya no mantenían relación sentimental desde hacía varios meses. La otra víctima, que falleció en el Hospital, se nombra Dania Bagarotti de 27 años y también es madre de un pequeño niño. Ambas residían en el Distrito José Martí, específicamente en Micro 9 y Micro 10 respectivamente.
Algunas personas aseguran que el problema es producto a que Daneyis se negaba a que hubiese una relación filial entre Andy y su pequeño hijo. Sin embargo una fuente cercana a la ex-pareja, aseguró que nada de lo que se rumorea con relación al tema del niño es cierto, “…al contrario, ella nunca lo privó de este derecho; lo que sí es cierto es que Andy insistía de manera obsesiva en volver con su ex mujer, y ante la negativa de la joven de retomar la relación, éste en reiteradas ocasiones le realizó amenazas de muerte”.
Por último; testigos aseguraron que el arma homicida utilizada por el atacante es de tipo reglamentaria, una Makarov calibre 45, que fue ocupada en el momento de su detención sin que ofreciera resistencia alguna. La pregunta que aún no ha sido respondida y que la policía averiguará es: ¿de dónde el asesino sacó esa arma que es la que usualmente le es asignada a los oficiales de la policía nacional, si él no es policía?
Mientras este asunto deja a varias personas consternadas, lo también triste de la historia es que no solo deja víctimas mortales de dos chicas llenas de vida, sino que además, le roba la posibilidad de que dos niños crezcan con el afecto y la educación de sus madres.
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