Las tiendas en MLC y la triste realidad de los cubanos

Foto: Facebook Canal Habana

Para nadie es un secreto que la situación de los cubanos cada día va de mal en peor. En lo que se refiere a la economía, los gobernantes se lo achacan al contexto en que nos encontramos y por el cual están pasando la mayoría de los países. Lo cierto es que ninguna de las medidas que se han tomado ni los nuevos métodos que se han impuesto, como son las tiendas en MLC (Moneda Libremente Convertible), cubren las necesidades y carencias del pueblo.

Como se sabe, todos en la isla, de una forma u otra, hemos pasado por la amarga experiencia de no poder contar con los productos fundamentales de higiene. Hay que pasar días enteros en colas interminables para alcanzar uno de estos. Esto demuestra cuán necesitado está el pueblo cubano de un buen funcionamiento y distribución para que alcance para todos.

Lejos de esto, ahora se crearon las llamadas tiendas en MLC, que son tiendas en divisa. Para poder comprar en estas, es necesario contar con una tarjeta bancaria y que alguien en el exterior le envíe el recurso. Me pregunto ¿el objetivo fue ayudar al pueblo carente y necesitado? Por supuesto que no. Una gran mayoría del pueblo, incluyendo mujeres con niños y ancianos, no tiene esa posibilidad. No les queda dónde comprar, ya que las demás tiendas están vacías.

Con esto me refiero a la falta de preocupación verdadera que existe con los cubanos en la isla. Hasta el momento ninguna de las medidas económicas que se han creado son para cubrir las necesidades del pueblo, sino las del gobierno. Por tal motivo, en estos momentos el plato fuerte o los comentarios que se escuchan en todos los lugares, en las redes sociales y en los medios independientes son sobre la situación  económica que enfrentamos y la dura realidad que tanto nos afecta.

Lejos de resolver un problema y beneficiar al pueblo, el gobierno piensa en su propio bien. Por esta y tantas razones debemos seguir luchando por una Cuba libre y democrática. Un país donde todos tengamos las mismas posibilidades y dejemos atrás tantas carencias necesidades y tristezas. Trabajemos todos unidos por un bien común.