Foto tomada de Ciber Cuba
Cuando el mundo entero esté preparándose para festejar el fin del año 2020, los cubanos estarán ingeniando cómo pasará los míticos días 24 y 31 de diciembre. El alza desmedida de los precios, marcará un triste último mes que no pocos han vaticinado como el más mísero en largo tiempo.
Mientras que el estado insiste en culpar a la pandemia de la COVID-19 y al “recrudecimiento” del Embargo económico, a raíz de las medidas de Trump, los precios en las tarimas continúan disparándose a todo lo largo y ancho de la isla, incluso hasta en los poblados más rurales e intrincados. Eso en los que ofertan algo, porque la inmensa mayoría se encuentran desabastecidos.
El gobierno, principal culpable de la situación existente y responsable de la especulación generada por la reforma salarial, la devaluación de la moneda y la unificación monetaria, no encuentra qué hacer. Ni las multas, ni los chivatazos, ni la policía, ni el supuesto “enfrentamiento social”, han podido contener el alza de los precios. Es una cadena en la que todos están eslabonados, desde el que trabaja la tierra hasta el que llena memory flash.
Y vale preguntarse: dónde está el cerdo (o el pollo) para el asado de fin de año, la yuca para buñuelos o la sidra para brindar a las 12 de la noche? ¿Dónde están el arroz y los frijoles, la cerveza y los turrones de maní para compartir? Tampoco hay cómo encontrar refrescos para los niños ni perros calientes para picar, pues las tiendas en CUC llevan meses “mosqueadas”.
Lo más triste es que seguirán por el estilo, aun cuando pasen a CUP. No es una prioridad para el estado abastecerlas. Sin embargo, en las tiendas en MLC, se puede encontrar hasta jamón ibérico por el abusivo precio de más de 130 dólares.
Muy pocos se han detenido a pensar en el cierre de año que les espera, pues no disponiendo del “sonado” adelanto de los 1000 pesos. La inflación y el desabastecimiento existentes en la isla en tan grande que, una vez aumenten los salarios, los precios actuales se dispararán aún más. O lo que es peor, si logran ser contenidos, generarán un desabastecimiento de magnitudes similares a las del periodo especial. Habrá más dinero en circulación para una misma oferta limitada.
Quizás para alentar a la familia habanera o bajar las tensiones tras los sucesos de San Isidro, el gobierno de La Habana, encabezado por Reinaldo García Zapata, ha comenzado a acopiar productos agrícolas para esta fecha, además de toneladas de carne de cerdo. Así lo refirió el semanario Tribuna, de la capital. Qué otros productos, en qué estado y a qué precios, no se citó. Solo para Ciudad de La Habana, a costa de Mayabeque y Artemisa. El resto del país, que se las arregle como pueda.
En fin, que la crisis de la Isla es tan angustiosa que tal vez muchos cubanos no recuerden jolgorio de nochevieja tan triste desde 1958. Se va el 2020 y en Cuba no hay felicidad, sino descontento y contención. Presumiblemente, muchos olvidarán estar en diciembre y decidirán acostarse a las 8 de la noche con la esperanza de amanecer en un 2021 más próspero, justo y democrático.
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