Foto tomada de Cuballama
¿A dónde ir?, ¿qué comprar?, y ¿cómo costear las necesidades básicas?, son constantes interrogantes de la familia cubana de hoy. Cuba, un país con alarmantes problemas económico-financieros, hoy se ve inmersa en diversos cambios de ordenamiento interno. El gobierno cubano se ha percatado del deterioro de la economía del país y por consiguiente de la familia cubana actual. Dicha situación ha provocado desasosiego e incertidumbre entre sus ciudadanos, tornándose cada vez más inalcanzable la realidad de que Cuba pueda alzarse con los honores de ser un país próspero, sostenible y desarrollado.
Cada día en Cuba las opciones de sostenibilidad alimentaria son escasas. El Estado cubano no brida soluciones asequibles a toda la población. Solo brinda prioridad y posibilidad a un mínimo grupo de ciudadanos quienes reciben ingresos económicos de familiares o amigos desde el exterior. La apertura en todo el país de las nuevas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) es la propuesta del régimen para solucionar el problema. En ellas solo se puede comprar con cuentas en dólares estadounidenses (USD), u otras como las Libras Esterlinas (GBP), el Euro (EUR), el Yen Japonés (JPY), etc., ya que el dinero que los cubanos perciben como salario está totalmente devaluado, y no posee un buen respaldo internacional en oro. A estas tiendas solo acceden, aquellos ciudadanos cubanos naturales quienes reciben remesas del exterior y posean dichas cuentas bancarias.
La venta de productos alimenticios y aseo de gama media y alta en (MLC) comenzó sus ventas el pasado 20 de julio de 2019. La red de tiendas Cimex y Caribe asumen dichas ventas. Según refiere el portal digital Cuba Noticias, en torno a las más de 4800 tiendas existentes en estas cadenas, 72 de ellas prestan estos servicios, 57 venden alimentos y aseo; y productos de ferretería en las otras 15. Todo lo opuesto ocurre en la red de tiendas Panamericanas y TRD con ventas aún en (CUC y CUP), donde la variedad, las ofertas y abundancia están ausentes. Ejemplo de ello podemos referirnos con los productos de primera necesidad tales como: aseo, carnes, leche, aceite y granos. Preguntémonos entonces, ¿será este tipo de oferta propuesta por el gobierno la solución al problema?
El Estado cubano sigue enfrascado en demostrar una realidad contraria a un sistema deteriorado y en decadencia. La apertura de estas nuevas tiendas (MLC), que ofrecen sin lugar a dudas un servicio de calidad, diversidad de ofertas, etc. Pero sin duda, constituye una de las opciones más caras y de mínimo alcance para la mayoría de la población cubana de a pie.
La realidad y cotidianidad de la sociedad cubana, es la que nos demuestra que esta estrategia está muy lejos de ser la solución a la actual crisis. Lejos de resolver la engorrosa problemática, se pone a un nivel superior las diferencias de clases entre los ciudadanos. Se incentivan comportamientos delictivos entre los trabajadores de estas tiendas, además de provocar en la población cubana caos, acaparamiento, y corrupción.
Esta es la realidad que se respira en calles, avenidas y repartos en la Cuba de hoy. Mientras que el gobierno se ciega en su afán de ocultar detrás de una “decisión acertada”, la realidad que se convierte en una mentira.
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