Hace varios meses, el presidente del régimen cubano Miguel Díaz-Canel declaró que: “era sumamente importante que Cuba poseyera una vacuna propia contra el COVID-19, considerando este hecho una cuestión de soberanía”. De ahí derivaron las propuestas de vacuna Soberana 01, sin siquiera cumplir los estándares internacionales para ello. Mientras tanto, para el pueblo que es el que se está contagiando y muriendo, padeciendo profundas carencias, pasando hambre y miseria; hablar de soberanía con una vacuna, suena más a manipulación y politiquería, que a medicina.
Nos tomaron el pelo con las gotas homeopáticas Prevengho-Vir, que la presentaron como un medicamento que, hasta cierto punto inmunizaba contra el Covid-19. Pero esto demostró ser un engaño más, fundido en manipulaciones engranadas al afán de victoria del régimen con fines políticos. Ahora se ven venir, por el mismo camino a Soberana 01, Soberana 02, Mambisa, Abdala, y Dios sabe cuántas más se inventarán.
Que necesitamos una vacuna; ¡sí! Que se puede producir en Cuba, ¡quizás sí! Pero otra cosa es hacer profundas investigaciones, con el fin de crear una vacuna nueva (con productos nuevos), contra el peligroso virus de la Covid-19. Se cuestiona, incluso desde la ética, el hecho de tomar muestras de otros tipos de vacunas que se utilizan, “para ver si de estas mezclas resulta alguna solución contra el coronavirus”; que es precisamente lo que están haciendo. Están durmiendo a la población con alternativas como el Prevengho-Vir. ¿Quién quita que todo esto sea lo mismo del efecto placebo?; un tranquilizante psicológico para la mente de los cubanos.
Díaz-Canel y sus acólitos del régimen se refieren a “soberanía”, porque al parecer no desean adquirir las vacunas que se están alistando con muy buenos resultados en el mundo. Para comprender mejor esto, comparto algunas preguntas analíticas: ¿Ha solicitado el régimen la compra de 10 o 20 millones de las vacunas CVnCoV y la BNT162 ambas de Alemania; la ChAdOx1nCoV-19 (AZD1222) producida en Gran Bretaña; o la SputnikV de Rusia? ¡NO lo ha hecho! ¿Se las han negado al régimen?, ¡tampoco ha ocurrido esto! ¿Por qué no invierten en adquirir una de ellas?, habiendo otros países, incluso centroamericanos subdesarrollados, que ya las han solicitado hasta por cantidades de 100 millones de dosis.
En todo caso, ese sería un nuevo cuento que utilizaría el régimen para seguir inflando el tema del Embargo. O acaso justificarán con que no hay dinero para pagarlas; pero, tampoco sería lógico. Los precios no son escandalosos. Por citar un ejemplo el caso de la vacuna BNT162 con un valor de 19,5 dólares cada dosis. O pueden alistarse en adquirir la SputnikV de Rusia, con quienes el régimen tiene “buenas relaciones”, ¿por qué no le compra esas vacunas a Rusia que es uno de sus socios comerciales, cuya vacuna está teniendo cierto impacto internacional?
El régimen prefiere poner en riesgo la vida de sus ciudadanos, y jugar con otros placebos bien manipulados políticamente, que ni siquiera tienen respaldo, garantía, ni registro internacional ante la Organización Mundial de la Salud. Han hecho experimentos de sus vacunas en personas, pero aún sin resultado. Ya la lista va por cuatro candidatos vacunales, sin registro internacional y siguen probándolos en personas. Pero no sabemos si al final será un éxito o un fracaso. ¿Por qué no poner los recursos en adquirir las vacunas que están listas en otros países como los ejemplos ya mencionados?
Lo de politizar una vacuna, que en investigación e innovación científica novel no existe ni se sabe que funcione y que por demás se relaciona con el ex-dictador Fidel Castro a tal punto de declararla oficial el día del aniversario de su natalicio, como es el caso de la Soberana 01. Todo esto se inclina más a ser propaganda política y una propuesta poco seria; que a ser una solución médica real y efectiva.
No hay comida para el pueblo y están cantando victoria de que son los primeros en Latinoamérica en crear una vacuna que puede ser otro fiasco más como el renombrado Prevengho-Vir. U otro que incluso trataron de vender a otros países como una cura al Covid-19 bajo el nombre de Interferón Alfa-2b Recombinante, de producción cubana. Resultando ser un verdadero fracaso, una manipulación política del régimen, porque a ciencia cierta no inmunizó contra la Civid-19 como alegara la dictadura. Con muchas probabilidades estamos viendo correr por el mismo camino a «Soberana 01, Soberana 02, Mambisa y Abdala».
Pero, para ser optimista, Dios permita y se dediquen a realizar investigaciones reales sobre ensayos y productos científicos nuevos que despunten en Cuba una vacuna 100% efectiva contra la Covid-19. Sería una bendición tanto para Cuba como para el mundo darle la solución definitiva al Sars- Cov-2; y más si a ello no se le aplicare las acostumbradas dosis de politiquería izquierdista y triunfalista. Pero, vacunas de verdad; no ensayos de “prueba y prueba, con un poquito de cada vacuna, a ver qué resulta”, porque ahí se nos puede ir la vida, y con eso no se juega.
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