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En Cuba no basta con ser buen médico

La razón del hostigamiento contra Pérez Leyva radica en la labor social que lleva a la par con su profesión. Él junto a otros colegas y personas de buena voluntad, se dedican a recopilar colchones, sábanas, medicinas, alimentos y otros productos de primera necesidad, para personas enfermas que viven en situación de miseria.

Desde que era estudiante en la Facultad de Medicina ya enfrentaba las represalias de la rectora, quien lo consideraba un bocón porque insistía en defender sus derechos. No obstante, Yoan Pérez Leyva residente en Manatí, Las Tunas, logró recibirse como médico en 2018.

“En el quinto año de mi carrera, tuve varios problemas con la rectora de la universidad, al punto de que me desfasaron y me vi obligado a iniciar un proceso contra ella en la Fiscalía” detalló el joven de 29 años a Cuba te cuenta.

La razón del hostigamiento contra Pérez Leyva radica en la labor social que lleva a la par con su profesión. Él junto a otros colegas y personas de buena voluntad, se dedican a recopilar colchones, sábanas, medicinas, alimentos y otros productos de primera necesidad, para personas enfermas que viven en situación de miseria, y han sido abandonados por el Gobierno cubano.

La mayoría de las personas que ayuda el Dr. Yoan suelen ser sus pacientes y están registrados en el consultorio No.38 del Policlínico Gustavo Aldereguía ubicado en el reparto tunero Buena Vista, donde trabaja.

Una de sus denuncias más recientes reveló la situación en la que sobrevive un anciano de 86 años que está postrado y nunca ha recibido asistencia social, a pesar de que más de una vez, el joven galeno le había pedido ayuda a la trabajadora social e incluso a la dirección del Policlínico.

“La hija del señor me dijo que desde 2016 solicitaron una silla de ruedas para Walter (nombre del anciano), pero hasta ahora no se la han dado. Eso es inadmisible”, aseguró Pérez Leyva.

A raíz de eso, el pasado día 10, Yoan fue citado vía telefónica por la directora del Policlínico, para que se presentara a las 9:00 a.m en la dirección del centro; supuestamente por una ausencia injustificada que había tenido en el mes de enero.

“Esa vez yo comuniqué que tenía problemas personales. Por eso, cuando la doctora Martha Vergara (directora) me citó, yo sabía que era por la denuncia” resaltó el doctor.

Anteriormente una amiga le contactó para decirle que una patrulla policial llevaba varios días rondando su antigua residencia, y que incluso los oficiales le preguntaron a algunos vecinos si conocían su actual dirección.

“Cuando llegué al Policlínico, me estaban esperando un agente del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE), un oficial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y la doctora Martha en la dirección; tal como imaginé, me habían preparado una encerrona” expresó el joven.

En el citatorio le aplicaron una medida disciplinaria por la ausencia, y enseguida lo abordaron por las fotos y el video que había publicado en sus redes sociales, mostrando las condiciones en las que vive Walter y su familia.

“Cuando ayudamos casi nunca publicamos imágenes de los pacientes, para proteger sus identidades y también porque ese no es nuestro objetivo. Sin embargo, esta familia me pidió que subiera el material a las redes sociales y lo hice”, continuó Yoan.

Al finalizar el interrogatorio, los oficiales le advirtieron que debía presentarse la mañana siguiente en la unidad de Instrucción Provincial. Así lo hizo y otra vez fue cuestionado por lo mismo.

“Les dejé claro que no pienso abandonar el trabajo que estoy realizando pues no soy yo que estoy equivocado. Quiero una Cuba libre y sin dictadura”, comentó el médico en su página de Facebook tras esta citación.

Pese al hostigamiento que ha sufrido, Pérez Leyva se ha mantenido fiel a sus principios morales y a los preceptos médicos; pero estos y otros eventos le han hecho pensar en solicitar la baja del sector de Salud Pública cubano.

“La primera vez que pensé en renunciar fue cuando me negaron la especialidad de Pediatría. La justificación que me dieron fue que mi expediente se había perdido, y aunque acudí a varias instituciones no obtuve respuesta” confesó.

No obstante, nada fue tan devastador para el joven, como el hecho de casi perder a su madre y a su tía al mismo tiempo, debido a negligencias médicas.

“En marzo de 2020 operaron a mi mamá y se complicó por un error médico. Justo a los tres días mi tía corrió con la misma suerte que ella. En ese momento me decepcioné mucho de la Medicina cubana y por nada llego a pedir la baja” concluyó la entrevista.

En esa ocasión, Yoel interpuso una denuncia contra los médicos que participaron en la operación de su madre, porque estos decían que no había antibióticos para tratar la grave infección que adquirió en el centro hospitalario.

Por último, cabe recordar lo ocurrido con el doctor holguinero de 30 años, Alexander Raúl Pupo Casas. Al igual que Pérez Silva, fue amenazado y hostigado debido a sus críticas en redes sociales, en cuanto al salario de los profesionales de la salud cubanos, las extensas colas y las tiendas en dólares.

Finalmente lo expulsaron del servicio médico y de la residencia en Neurología, a finales de septiembre pasado. La excusa utilizada por Salud Pública en este caso, fue que Pupo Casas había violado la “ética médica”.

 

 

 

 

Yadira Serrano

Joven activista de derechos humanos y miembro del Frente Juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu). En su organización se desempeña como tuitera y facilitadora de talleres.

Correo: yadiraserran@gmail.com

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