Martha Gómez tiene 58 y reside en el municipio Songo La Maya en Santiago de Cuba. Recientemente se contagió con la Covid-19 cuando estuvo ingresada en el Hospital Clínico Quirúrgico; y según dijo a este medio, “ese fue uno de los momentos más difíciles de su vida”.
“Cuando llegué al Clínico solo tenía falta de aire por mi enfermedad; pues yo padezco de insuficiencia cardíaca. Me dijeron que el ingreso solo sería hasta que me estabilizara” explicó la mujer.
Al cabo de unos días, cuando Martha ya estaba casi recuperada, una de las enfermeras de la sala donde estaba dio positivo a la enfermedad. Automáticamente pusieron toda el área en aislamiento.
“En cuánto supe que la ‘seño’ Karina estaba contagiada, entré en pánico. Sabía que las posibilidades de que yo también estuviera enferma, eran muy grandes; pues ella era muy atenta conmigo” admitió.
En efecto, el resultado del PCR, corroboró que la señora había contraído el virus Sars-Cov-2.
“Fui traslada para el hospital Ambrosio Grillo y allí estuve 10 días. Luego me repitieron la prueba y, dicen ellos, que salió negativa. Gracias a Dios me mantuve asintomática” reveló la santiaguera.
Ya han pasado casi dos meses desde el suceso, sin embargo, Martha todavía “no entiende” ¿cómo las personas pueden contagiarse en un hospital? y ¿qué clase de protocolos sanitarios se aplican en Santiago de Cuba?.
Las respuestas de ambas interrogantes pueden resumirse una palabra: desorganización; y a esta se le suma la falta de transparencia que ronda el manejo de la Covid-19 en la provincia.
No por gusto, la segunda ciudad en importancia del país, es también la segunda más afectada por la pandemia en el país, después de La Habana.
Desde el pasado 4 de noviembre -cuando se reportaron los primeros contagios- hasta este viernes, el territorio ha acumulado 5265 casos confirmados a la enfermedad y 31 de ellos fallecieron.
El territorio, que se encuentra en la fase de transmisión autóctona limitada, ha reportado la incidencia del virus en sus 9 municipios, siendo Santiago de Cuba el más afectado y, por ende, el foco del contagio. Es evidente que las acciones emprendidas por el Gobierno local no están dando resultados.
Y es que medidas como el cierre de los comercios, la restricción de la circulación peatonal y las limitaciones del trasporte público y privado; contrastan con las negligencias médicas, la insalubridad en las unidades asistenciales y, sobre todo, con la demora y manipulación asociadas con el PCR.
Para Yordanis Sarmiento, también de Songo La Maya, más que descontrol, “lo qué hay en Santiago es tremenda falta de respeto con las personas”.
“Yo tuve contacto con un caso positivo y enseguida fui a reportarlo al policlínico. Ellos me dijeron que debía aislarme en la casa, que al día siguiente irían a tomarle la muestra para el PCR, pero se aparecieron a los 5 días. Después fueron 4 más para que me dieran los resultados” denunció el joven de 32 años. Estos retrasos ya se han hecho habituales en el provincia, más aún, en las zonas más rurales.
Sobre este tema, el doctor Roberto Serrano Delis opina que: “si la persona está asintomática y tardan tanto para entregarlo el resultado del PCR, lo más probable es que crea que no tiene el virus y viole el régimen de aislamiento, pues así ha estado pasando”.
“Por eso las cadenas de contagios son tan largas y casi nunca puede identificarse la fuente de infección” recalcó el galeno.
En términos generales, Serrano Delis cree “absurda la manera en la que el Ministerio de Salud Pública está intentando frenar la Pandemia”.
“Las acciones se contradicen todo el tiempo, pues por un lado, las autoridades les imponen cuantiosas multas a los ciudadanos por estar aglomerados; y por otro, obligan a las personas a permanecer hacinadas en los hospitales y centros de aislamiento” señaló.
En la ciudad de Santiago de Cuba, alrededor de 26 instalaciones fueron adaptadas para albergar casos sospechosos de la enfermedad, pero todas están colapsadas. La misma situación se vive en policlínicos y hospitales.
“Todos los centros están repletos. El Clínico(Quirúrgico), por ejemplo, no hay camas y las personas están amontonadas en el cuerpo de guardia” dijo una fuente anónima a este medio.
Mientras esto sucede, la Directora Provincial de Salud Pública, María Eugenia García Céspedes, mantiene un absoluto secretismo en torno a la situación y ha llamado a la “efectividad en la aplicación de multas a quien incumplan con las normas higiénico-sanitarias”.
Comentario